¡¡Vuela, ET, vuela!!

Iba tapado por una sábana, como ET, y se elevó mágicamente a la luz de la luna. No iba en bici, pero a su caballo le salieron alas por arte de Fomento y voló, como su amigo Carrero. Pasé ayer por su lado y no imaginaba que sería la última vez que lo vería. A su lado, los pijos jipis de Chamberí jugaban, como cada día, al fútbol mientras que un poco más allá unos skaters hacían lo que hacen siempre: intentar hacer unas cabriolas que nunca les salen (***).

No sé qué harán ahora en ese hueco (lo suyo sería que hicieran un pantano, aunque fuera mini, ¿no?), pero lo que me intriga es qué harán con el acero que mantenía siempre erecta su rechoncha figura. Porque era maciza, que antes las cosas se hacían bien o no se hacían. Desde aquí, modestamente, les hago unas propuestas:

- Un busto de Florentino para la casa de Butragueño. De ser superior en ser superior y tiro porque me toca.

- Un DIU para Anita Aznar. Que el fin de un símbolo sirva para que la raza hispánica siga siendo lo egregia que él hubiera querido.

- Una sartén para la señora de Maragall. A ver si se la estampa en la cara y así se siente como una mujer maltratada.

- Un cinturón de castidad para Nuria Ber. En esto se va el acero del caballo entero.

- Y un alerón nuevo para el Renault Fuego de Kevin. Que el tuning no pare, no pare no, que el tuning no pare.

El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.

(***) ¿Habéis visto alguna vez a un skater al que le haya salido la pirueta que intenta? Yo es que me paro mucho a mirarlos; van siempre tan serios, cogen carrerilla, hacen un medio salto sobre la tabla... y el patín por un lado y ellos por el otro. ¿En qué consiste ese deporte? ¿En hacer cosas para que nunca te salgan? ¿Será que los que hay por las calles de Madrid simplemente son patéticos de malos? Porque tiempo le dedican los chicos, sí. Si veis a alguno que le salga, aplaudidle de mi parte.