Ya te vale, Comisario (y 2)

Durante el tiempo que llevo viéndola son constantes las referencias a la perfección absoluta de la policía y al drama increíble que es cada vez que matan a alguno y tal. Es impresionante. Una vez llegó un madero colombiano "de intercambio" para investigar un tema de drogas o algo así. Cuando en un interrogatorio empieza a torturar a un tío, otro de los policías le engancha de la pechera muy indignadito y le dice: "Aquí no se hacen así las cosas". Otra de las veces secuestran a la hija del comisario y cuando un maderillo le sugiere que todos se pongan a buscarla, Tito Valverde le responde tal que así: "No vamos a anteponer un tema personal Al interés de los ciudadanos". En fin...

Durante la serie, además, es una costumbre el desprecio a los jueces y abogados. El abogado siempre es un hijoputa que saca de la cárcel con las peores armas al malo. El juez es el que nunca les da la orden para hacer algo que ves que es claramente de justicia y el que suelta a los criminales que a ellos tanto les cuesta enchironar.

Lo de los periodistas ya es de traca. Siempre son carroñeros que van a hacer daño por encima de lo que sea, seres extraordinariamente morbosos que no djan trabajar a los maderos y que les joden las investigaciones a mala hostia. Mismamente en este último capítulo, el periodista es una suerte de ser asqueroso, que va contra la policía, que se va de putas, que le da medio morbo la pederastia, que es asqueroso, que les provoca y al que casi parten la cara.

En estos días en los que todas las asociaciones protestan contra todo, me extraña que ningún colegio de periodistas o de jueces o abogados, además de alguna asociación por los derechos humanos, no haya protestado contra esa basura. Me parece uno de los mayores vehículos de propaganda peligrosa que hay en los medios de comunicación de masas. Porque, además, la serie está cojonudamente hecha, las tramas son buenas y es un éxito de audiencia. En fin, que alguien debería hacer algo...

El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial