Vale, soy un nazi, pero no soporto los conciertos masivos
Ayer estuve en el concierto de Interpol y acabé quemado. Me he dado cuenta de que según me hago mayor se me van acentuando las manías, sobre todo en el cine y en los conciertos. A riesgo de quedar como el nazi que en el fondo soy, voy a poner a caldo todo lo que me jode de los conciertos:
- El grupito de nerds con la cara de "Sí, nos la sabemos": Odio al típico grupito de atontaos al que le gusta tres grupos medio indies (a mi lado, uno comentó: "Pues cuando fuimos a los Arctic Monkeys había muchos más chavales jovencillos") y cuyos miembros, sistemáticamente, se miran con cara de sorpresa, ilusión y autoafirmación cuando empieza cada nueva canción. Es la cara de "Sí, nos la sabemos". Suele ir acompañada del canto histérico de la primera estrofa y levantamiento de brazos. Aviso Quic: grupitos muy extendidos en conciertos de grupos que no tengan más de tres discos.
- Los que se creen que están en la grada del Vicente Calderón: Dios, hijodeputa, no me cantes a la puta oreja la canción de turno como si estuvieras cantando el himno del Atleti. Ayer me tuve que mover del sitio donde estaba porque "Los de Operación Triunfo", como los definió con destreza El Hombre Topo, me gritaban. Comprobado: girarte y mirarlos fijamente no funciona como en el cine.
- Cuando empieza el concierto, ¡no pases para adelante!: Me da por el culo la gente que, teniendo todo el tiempo del mundo durante los teloneros para ponerse delante, esperan a que comience el concierto. Suelen llevar una bebida que, a veces, te derraman encima para más toque de huevos. Me revienta que me empujen.
- Las tías también molestais: Reconozco que las tías son mucho más civilizadas en los conciertos y que, en general, si estás rodeado de tías tu vida en un concert es mucho más plácida. Lo que me da por el culo es lo que empujan para colocarse delante. Son un submundo tocapelotas del punto anterior, básicamente.
- No canteis ni deis palmas: ¿Para qué? ¿Qué sacan de eso? Cuando la canción es lenta y empiezan a dar palmas y se desacompasan... Dios, cómo me jode. Yo voy a escuchar al grupo. Y canto, pero en un tono normal que me permite oirlo. No creo que sea tan complicado. Me coloco bastante atrás para evitar a los bailarines y saltimbanquis, pero a los cantantes y palmeros no hay manera de evitarlos.
Para esto sirve un blog: para desahogarte y sacar lo peor de ti. Espero que seáis honestos y haya adhesiones inquebrantables a mi causa.
El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha, marcha, es genial.
posted by Quic @ 4:02 AM
8 Comments:
De acuerdo contigo en todo excepto en una cosa: las tías molestan más. Por lo general cantan más, con una voz más aguda y penetrante y además pretenden bailar y normalmente te pisan.
Puedo aceptar que la gente levante los brazos y haga palmas. Lo que ya no trago es la modalidad "palma-baja" (o simplemente, en singular, "palma"): una práctica originariamente bakala que, por desgracia, parece que se ha extendido a todo el espectro musical (me gusta eso de "espectro") de las Españas.
Mira que mi vida está determinada por la cosa de los conciertos, pero cada vez aguanto menos a tanto indeseable como hay hasta en conciertos teóricamente no muy masivos.
Muy acertada la mención 'palma-baja' bakala. Gas.
Por ir a conciertos de bandas que te dan un estatus si vas. La solución es dejar de ir, meterte en los foros de gafapastas donde hablan del concierto y hacerte fichas para comentarlo luego con los colegas. Eso si, no memorices el tracklist porque nadie se lo cree, que nadie se acuerda de eso.
Algún apunte adicional:
**.- te joden a los teloneros; especialmente las tías (sí, att tiene razón), que no paran de contarse cómo han llegado, con quién han venido, qué llevan puesto, que podrían haber llevado puesto, qué piensan hacer después del concierto, qué no harían jamás después del concierto, con quién les gustaría acabar esa noche, con quién creen que no les quedará más remedio que apañarse... en fin, que qué fuerte y menos mal que ya se han acabado los teloneros.
**.- Grandes nubes de humo por doquier, si el grupo está más del lado OT (Interpol), abunda el chocolate, si no (Wilco), la maría dulzona y pegotosa de cuando aún vivía Franco. Dos horas y pico de nube. Coñazo. Háganme caso.
**.- Petición de bises, a ritmo futbolero (oé, oé, oeeeé... y así sigue); momento en el que uno desearía con toda su alma una comprobación empírica de la teoría de placas (terremoto para los de fuera de Madrid) que se lleve por delante el puto local de conciertos y todo cuanto contiene.
Por cierto, lo de Wilco, un exceso (nuevamente). Y su amigo de usted, me resultó persona cabal y de amplísimas miras culturales.
Pues yo soy todo eso q odiais...
Claro q me miro con cara de 'esta me la sé' y canto el estribillo a todo volumen, y doy palmas desacompasadas -en mi caso no tiene mérito, no tengo ritmo-, me miro con cara de 'esta no me la sé', etc, etc...
Pero, si no, ¿para q voy a ir a un concierto? Para escuchar un grupo bien, comprate un vinilo, no un CD q lo digital pierde calidad y seguro q vuestros oidos melómanos aprecian la diferencia, pero si vas a un concierto fuera del auditorio es para cantar, saltar, intentar bailar, dar palmas, etc, etc...
Creo q de todas las quejas únicamente estoy de acuerdo con la gente q espera al final para intentar ir delante.
Sois unos gafapastas snobs.
Quic, tu que has estado en el FIB todo queda en nada en tus quejas cuando:
llegan los guiris desnudos, sudados, alcoholizados, gritando y empujando pues no se tienen en pie,
lo mejor de los mejor, las hostias que les metes, y ni se enteran,
es un modo de bajar adrenalina
¡Joder, Pepe, qué suerte tenemos! ¿No venimos a un concierto de Los Mambos y tocan la canción que da nombre a su único disco? ¡Guau!
¡No me lo creo! ¡como se tiren el resto de la hora cantando, lo flipo!
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