He vuelto. Sí

No, no os he abandonado. Simplemente he tenido mes y medio de trabajo potente, lleno de responsabilidad y estrés y con una gran trascendencia casi social. Supongo que dentro de unos meses lo valoraré como un tiempo de puta madre, pero la verdad es que lo he pasado mal: demasiados nervios, demasiadas horas, demasiada gente preguntándote todo el tiempo qué debe hacer cuando tú no sabes a ciencia cierta dónde tienes la mano derecha.

Con el paso de los días fui asumiendo quién era y todo lo que dependía de mí, y al final creo que he sacado el trabajo con muy buena nota. En líneas generales, estoy satisfecho. Tengo claro que en la tele se deja bastante de ser periodista y te conviertes en una especie de organizador de todos los miles de aspectos de lo que depende cualquier gilipollez que se haga. La verdad es que todavía no sé si echo de menos ser periodista de verdad, de los que consultan fuentes, se documentan y escriben sobre cosas. Tengo hasta mayo (cuando expira mi nuevo contrato) para rehacer mis ideas.

Lo que sí tengo claro es que si yo, que trabajo en la tele desde abril, he sido capaz de asumir esta responsabilidad y, con ayuda de un compañero realmente bueno en lo suyo, sacarla adelante con mucha dignidad... ¿por qué el resto de la gente no lo hace? Es más: ¿por qué hay tanto inútil en todas partes? Yo no soy un echao p'alante ni mucho menos, ni más listo que la media. Simplemente se puede hacer. ¿A la gente no se le dan oportunidades? ¿No las buscan? ¿No las quieren?

Lo que sí es cierto, y es muy gratificante, es ver que hay compañeros tuyos (en realidad, por sus sueldos, superiores tuyos) que son la hostia de buenos y de los que puedes aprender. Yo llevaba muchos años sin aprender de nadie y eso es cojonudo. Supongo que crecer no es siempre malo. Aunque a partir de mañana volverán los posts frikis a este blog friki de cosas graciosas y sucedidos y eso.

El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.