Un consejo

Es incompatible actualizar el blog con aceptar según qué proposicines. Procurad decir que no si un fulano os dice:

"Quic, mira, que tengo un trabajito para ti. Que un periódico va a sacar unos deuvedeses de lo del waterpolo playa ése que te gusta, y entonces que a ver si te puedes escribir unos perfiles de cada jugador y del entrenador. Una cosa bonita, bien documentada, ¿eh? Que esto es un proyecto importante y la productora quiere lo mejor. Ah, que cada perfil dé como para locuitar seis minutos".

La cadencia son dos al día y tienen unos 8.000 caracteres, que así a las bravas podríamos definirlo como una burrada. El primero y el segundo que escribo bien, incluso recibo un mensaje que dice que "de mayor quiero escribir como tú"; el quinto te quieres cagar en la madre del que inventó el waterpolo playa y del que te los ha encargado. Porque...

"Oye, que no sé cuánto te pagaré, ¿eh?, pero ya sabes tú que en estas cosas hay pasta de por medio".

Ah, vale, que hay pasta. No veo a medio metro porque me he dejado los ojos en la pantalla, pero vale, hay pasta. Y ayer va y dice:

"Mira a ver si les puedes dar un empujón y los tenemos antes del viernes. En vez de dos al día, cuatro".

Claro, o siete. Total, yo no tengo OTRO trabajo, ¿no? A la playa, chato. El problema es que A) el curro es importante y B) el tío que me los encarga me cae bien y tengo la sensación de que mi futuro irá un poco ligado al suyo. Y le respondo al primer mensaje:

"Y yo de mayor quiero tener tu trabajo".

Entre otras cosas, para no escribir perfiles de 8.000 caracteres, a razón de dos (o más) al día.

El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.