La frase del día: "Crrrrrreo que he fisto una lusss / al otrrro lado del rrrrío"
No he querido escribir esto antes para reposar lo que ocurrió en el Kodak Theatre el otro día. Y no me refiero a la espalda de Hillary Swank, sino al cosaco Antonio Banderas.
Contó Banderas que había hablado con Jorge Drexler para consultarle sobre cómo cantar "Al otro lado del río", la canción del (modestamente, que diría Miguel Pichoto) cantautor uruguayo –¿ese tío vivía en Moratalaz o yo me lo invento?– que terminó ganando el Oscar a la mejor canción original por su aparición en (la por otro lado mediocre) "Diarios de motocicleta". Yo me lo creí, porque mi irrefutable genio no me impide ser crédulo, pero el espectáculo del ínclito malagueño sociata me sacó de mi engaño. ¿Por qué, Antonio? ¿Por qué te golpeabas la pierna como si fueras un tuno que se había dejado la pandereta en el aula magna? ¿Por qué lo cantabas con acento de barítono del glorioso coro del Ejército Rojo? ¿Qué te llevó a poner ese acento? ¿Qué te llevó a cantar una canción tan suavecita y sencillita como si fuera la banda sonora, si el cine mudo hubiera mutado, de una peli de Eisenstein? ¿Pensabas que Jorge Drexler era Clyde Drexler o algo así? ¿Y ese atuendo, vas a ser El Mariachi toda tu puta vida?¿Por qué, Santana, tocas todas las canciones igual, ora fuera una de los New Kids on the Block, ora fuera "Siete cascabeles tiene mi caballo"? ¿Por qué, Santana, ese pelo, esa gorra de taxista extremeño, esas gafas de Michael Cobretti?
No es que yo sea un entusiasta de los Oscar, pero este año quería con toda mi alma que ganase "Mar Adentro", simple y llanamente porque es un peliculón como la copa de un pino, aunque viendo quién presenta el Oscar a la mejor peli de habla no inglesa ya sabes a quién se lo van a dar (la Loren con ¡Roberrrto! Benigni, la Pe y Antoñito cuando ¡Pedrooooooooooo!, este año la Paltrow *****, nota al pie). Lo único que me llena de zozobra es que, si nos atenemos a estos premios en los últimos años, los americanos deben de pensar que los españoles somos mayoritariamente gays, que por otro lado puede ser verdad, y que nos apellidamos cosas como Almidonóvar, Aminoradóbar, Antidrógar, Amplificadóvar o Antigonóbar. Lo cual objetivamente es mejor que ser facha, enano, enjuto, hacer cine rancio y llamarse Garci, que era hasta que Amenábar y Almodóvar lo que conocían por los Oscar de nuestro cine. Hemos salido ganando, evidentemente, aunque la Pe se empeñase en denigrarnos con sus grititos histéricos y Banderas nos emparentase con la música más estalinista.
El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.
**** La Paltrow (¿qué coño de nombre es Gwyneth? ¿Se llama Gwyneth alguien más en la humanidad?) estuvo en sus años mozos en Talavera de la Reina de intercambio o algo así. Cada vez que la veo pienso que debe haber cinco o seis garrulos talaveranos que se tientan el paquete cuando la ven al grito de "¡A esa yanqui me la tiré yo!". Porque ésta, con todo su glamour actual, debía ser un especimen clásico de "Yanqui Erasmus" que se tira a todo lo que ve cuando viene por estos lares. Y Bono sin enterarse...
2 Comments:
Se te olvida q además de ser bajitos tipo garci, eramos bizcos tipo Trueba
Ágata, sigo pensando en tí.
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