Presentador y cantante

El concepto renacentista de artista polifacético ha sido miles de veces manchado por diferentes personajillos de nuestro tiempo. Al margen de que el gran hombre del Renacimiento actual es el presentador de "Bricomanía", que igual te hace la Capilla Sixtina con palillos a escala 1:2 que te construye una avioneta con un poco de gomaespuma y los diferentes premios que se pueden conseguir en los Bollycaos, hay otros personajillos televisivos que han hecho de la etiqueta "presentador y cantante" un arte de dudoso gusto. He aquí algunos ejemplos:

Miriam Díaz Aroca: Mientras hacía el payaso (literal) con Jordi Estadella presentando el "Un, Dos, Tres", la buena de la Miriam tuvo a bien grabar su disco "Chicos de Verano". Impactante documento que mi memoria me facilita, porque no he encontrado la letra del single de "aquéllo": "Noséquién tiene 15 años, ya es una mujer / y a Susana le ha dejado un novio demasiado cruel / (Coros) ¡Él se lo pierde! / Marta sigue enamorada de Miguel Bosé / Y noséquécoños con ritmo en los pies / (Estribillo) Les vuelven locas los chicos uooooo, uoooo / Chichichichicos uooo uooo". La buena de Miriam, antes de convertirse en ese magma de músculos y rayos uva que es actualmente (es como Xena, la princesa guerrera, pero pasada por la obra y con moreno agromán), cantó –o cantuvo–. Un azucarillo para la simpática presentadora y, glups, cantante y actriz.

Jesús Vázquez: Antes de convertirse unánimemente (tiene el voto de hombres y mujeres, grandes y pequeños, niños y mayores) en el tío más bueno de España y parte del extranjero, también nos deleitó con su voz, o lo que fuere. El tío lucía una especie de imagen entre gasolinero-jamón jamón y filogay oliendo a naftalina que por suerte para él corrigió. En aquel entonces, mientras divertía a la juventud de Tele 5 (sí, con número) en "La Quinta Marcha" (con Pe y Paco Pil, qué de pes), nos deleitó con aquello de "a dos milímetros escasos de tu boca / sé que por fin va a suceder", que rubricaba con un histérico y pelín amariconado "¡Y yo te besé! / tus labios se agarraron a mis labios". Ay, Jesús.

Pedro Ruiz: Tengo como una de las bandas sonoras de mi infancia el "Ostras Carolina, qué buenas estás / noséqué de los amigos de mi papá / que cada día les gustas más", que luego fue vistiendo de halo místico de cantante maldito del Carrefour, al tiempo que deformaba aún más su patética carrera, para completar una gloriosa colección discográfica. Apunten: El disco gordo de Pedrete, Epic, 1985; A quien quiera escuchar, Ediciones Musicales Twins, 1989; Historia de España (2 vols.), Blan/Negro, 1999 (2ª reedición); La mitad de mi vida, Emi, 1999. Más algunos otros incunables que no sabría contaros, entre otras cosas porque ni están en la Red. A Dios gracias.

Leticia Sabater: ¿Cómo olvidar el "Leti-Rap"? Empezó con un par de singles, uno de ellos con el infantil título de "¿En tu casa o en la mía?" y le siguió su primer largo, "Nosotros somos el mundo" (en el que hacía causa común con los niños, los únicos entre los que se puede sentir a gusto ella, por razones obvias), donde estaba el "Leti-Rap" y donde le hacían las letras gente como Álex de la Nuez o Manolo Tena.
Grandes perlas del "Leti-Rap": "Venga coleguis, vamos a rapear / esta súper marcha / que te va a molar", o el inolvidable "Okey okey ¡mackey! / al ritmo de la noche / Al mediodía ¡alegría! / al ritmo del amoooor", o preguntas lanzadas al aire como "¿Cómo se enrollan los tronquis?". Aquella canción, que era algo así como ASAP (¿os acordáis de ASAP, el grupo fetiche de Fernandisco?) pasado por el filtro de la subnormalidad más absoluta y algún punteo de guitarra española, en plan "Made in Spain" de La Década Prodigiosa, rompió todos los moldes. Historia viva. Y desde ahí, tres discos más. Sensacional la Leti, un amor.

El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.