Vota Terreros
Joder, qué de curro tengo últimamente, tanto que no hay quien actualice este centro del saber que es este gran blog.
Siempre voy en el metro leyendo y no me entero de la misa la media, pero aun así mira que se ven cosas. Ayer, vi a una china estudiando el librito del carnet de conducir en el metro. La muy china iba a la Autoescuela Pekín, lo que me pareció cachondísimo. Así no se van a integrar en la vida.
Es curioso el fenómeno de los chinos. Los hay de dos tipos: el chino de tienda de chinos, que suele ser así como displicente y que pasa de tu cara, y el chino de restaurante chino, que suele ser todo amabilidad y cortesía. Las chinas que llegan a España han ido además evolucionando. Al principio, las que vendían rosas (negocio que ha quedado traspasado a los tíos de la raza de Apu, lo que en Inglaterra llaman "pakis", sean de donde sean), eran tías feas y delgaduchas, y más bien viejas. Ahora, ya hay algunas de las que venden discos y pelis que están medio buenas, y tienen las tetas más grandes. ¿Las feas eran una avanzadilla del gobierno para colonizarnos? ¿Empezarán a vender discos pivones de ojos rasgados que harán espectáculos en plan El Bar Coyote y se harán las dueñas del país? Vaya usted a saber, pero qué peligro tienen.
A todo esto, estaba hablando del metro. Resulta que el otro día entro en el metro y hay un tío pegando una charla en alto, aunque no a muchísimo volumen. Un chico más o menos joven (treinta o treinta y pocos), con el pelo un poco largo pero bien cortado, pantalones de tela y camisa, baratillos, pero nada de un tío arrastrado. El caso es que el speech del tío era tal que éste: "Para que haya mayor transparencia informativa [a todo esto, llevaba un ABC en la mano], para que los delincuentes estén a buen recaudo, para que no haya más corrupción... Vótame, vota a Terreros [creo que dijo Terreros]. Porque no van a poder conmigo, popr mucho que me amenacen no me van a callar...". El tío acababa pidiendo pasta "para poder presentar a mi plataforma en los próximos comicios". Nadie le dio un duro, y se despidió diciendo: "Gracias por todo. No puedo pedirles que sean tan valientes como yo". Luego cogió un macuto como de viaje y se cambió de vagón.
¿Es un loco o un genio Terreros? ¿Se sacará pasta así? Yo por si acaso, en los próximos comicios (sean cuales fueren) voy a buscar su papeleta. A mí me convenció, pero yo no le doy pasta a un político ni aunque tenga hambre...
El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.
2 Comments:
circula uno en el metro de madrid que llega a los vagones, se pone a hacer el pino y luego pasa la gorra para que le den moneditas.
Creatividad que tiene la gente.
Una vez un colega peló una naranja con cuchillo y tenedor mientras lo explicaba en alto... al acabar muchas risas en la gente pero empece a pedir dinero y nada....
Otra vez un amigo belga (hace ya al menos 10 años q no está en España por lo q no es el mismo q el de Kurt) se puso a hacer el pino en la puerta del metro Ibiza y a pedir pasta. Tampoco...
Esta claro, la innovación en materia pedigüeña no sale rentable...
Post a Comment
<< Home