Quic's World

Todo es marcha, amigos.

Tuesday, October 10, 2006

Guía práctica del gañote (1)

Siempre digo que Periodismo es una carrera mal hecha, por lo escaso de las prácticas cuando es una carrera que lo que no necesita precisamente es teoría. Llegas a currar sin saber nada, excepto un par de títulos de libros de Chomsky y qué es un gatekeeper. Pero sobre todo es pésima porque no enseña lo básico en un periodista: comer y beber de gorra.

Yo creo que un par de cuatrimestres serían suficientes para saber las normas básicas, pero también es cierto que la carencia de bibliografía del asunto dificulta la tarea académica, tan necesaria como práctica. El gañote no es un lugar al que ir porque sí. Hay que saber estar, comer y beber sin perder ni un ápice del glamour inherente a nosotros mismos como gremio periodístico. Porque, ¿qué somos, periodistas o vulgares arquitectos, capaces de hacer el mayor de los ridículos por una golosa croqueta de pescado? ¿Queremos mantener nuestro estatus o convertirnos en notarios, gente que pierde su respetabilidad ora por un rollito vietnamita, ora por una gamba a la gabardina?

Quic's World, blog de servicio público, aporta el primer corpus teórico de la caza del canapé. Lo dividiré en los dos grandes actos del gorroneo: intercepción y deglución.

1. Intercepción. Dícese del acto de parada del camarero/a con bandeja y captación física del canapé. Para hacerlo siempre hay que tener clara la premisa de que el glamour es lo primero, y no debe chocar con la bajeza inherente al gorroneo. Es decir: se trata de comer lo más posible sin perder la elegance. Para ello, debemos tener en cuenta varias técnicas de parada de la presa:

1.1. Intercepción de largo recorrido: En el gañote hay que tener una visión periférica precisa. Se puede ejercitar el cuello antes de ir, pero no es necesario del todo. Simplemente hay que ver venir al camarero/a de lejos, e interceptarlo sin movimientos bruscos. Para ello, hay que verlo en la distancia y calcular la trayectoria con la que, haciéndonos los encontradizos, nos encontremos con los canapés varios metros más lejos de donde lo avistamos. A evitar siempre las trayectorias bruscas y los cambios de rasante. Muy proletario.

1.2. Intercepción vía gesto imperceptible: Muy útil para cuando estás sentado. Queda de una elegancia que tira para atrás. Se trata de hacer un contacto visual prolongado con el camarero/a hasta que él te mire. En ese momento, simplemente tienes que sonreír sin que se note demasiado y arquear las cejas. El camarero/a se parará ante ti y te ofrecerá canapés. La gente se dará codazos por el nivelazo que te gastas, y todo el que coja de la bandeja sin ser tú quedará como un gorrón. Doble efecto: glamourazo propio, humillación circundante. Grande.

Mañana, segunda y última lección de la "Guía práctica del gañote": La deglución, la fase definitiva.

El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.

6 Comments:

Blogger ATT said...

Quiero hacer una matización, el arte del buen gorronear no es propio sólo de periodistas, hay algún abogado que empieza a practicarlo con maestría.

3:40 AM  
Blogger Sylvia said...

Y conozco a algún corredor de bolsa que, viviendo en una calle lavapiesera llenita de galerías de arte, practicaba todos los jueves el arte del gorroneo debidamente vestido de romano, en todas las galerías que estrenaban colección.
Arte y tronío, porque reincidía una y otra vez y nunca le pillaban.

5:08 AM  
Anonymous Anonymous said...

Aunque creo que a estas alturas tengo un máster en la materia, trataré de aplicar tu técnica a lo largo de esta semana: esta noche tengo de forma simultánea un cocktail y una cena en dos lugares distintos --aunque no muy distantes entre sí, menos mal-- y el jueves la recepcion de la embajada con motivo de la fiesta de españa una, grande y libre.
Cler

6:49 AM  
Anonymous Anonymous said...

Empléate a fondo con los Ferrero Rocher, que ya se sabe lo que dicen de las recepciones del embajador.

8:07 AM  
Blogger Hans said...

"Cocktails: Theorie- und Praktik für Kapelmeisteren" Hans Vladivostoker & Steve Highpear, Zaragotham-Strassbourg, 1990.

Me hacen gracia estos aficionadillos, que se ponen a pontificar sobre el debido tratamiento de este tipo de eventos. Vaya a las fuentes del conocimiento, buen hombre. Qué tristeza, Quic, qué decepción me produce ver que no presta V. la debida atención a la ubicación geográfica en relación con el punto de salida de las bandejas, elemento crítico de la gestión de cócteles.

Pero vamos, en cuanto a la carencia de una adecuada formación práctica en las licenciaturas (y no sólo en Periodismo), completamente de acuerdo.

Eso sí, cuando me hice mayor y hube de organizar algún que otro sarao de alcance, aprendí -es decir: algún compañero vuestro me lo hizo saber- que cuando uno vaya a recibir MUCHOS periodistas, lo que debe aprestar es, sobre todo, una GENEROSÍSIMA barra de líquidos, que comprenda no sólo abundante cerveza (e incluso, por qué no, algún refresco), sino, sobre todo, grandes cantidades de poderosos aguardientes que el periodista medio trasegará con largueza sin que se le altere el pulso ni le mude la color.

Esto nada tienen que ver con la incidencia de la dipsomanía entre los, por ejemplo, Kapelmeisteren, que es la misma, sólo que en nuestro caso es una cosa como más privada, no sé si me explico.

12:33 PM  
Blogger Quic said...

Hay veces en los que te tienes que sentir orgulloso de los de tu gremio. Eso que comentas, Hans, hace que sepa por qué fui periodista.

1:15 AM  

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