Sadam molaba

Quiero empezar el año rindiendo un homenaje (¿por qué siempre son sentidos?) a Sadam. Un hombre que tenía sus cosillas, como todo el mundo, pero que hizo una serie de cosas que le hicieron trendy durante muchos momentos. A saber:

- Llamar a sus hijos Uday y Qusay: En primer lugar, estoy muy a favor de la letra "q". En castellano viene pegada a la tiranía de la "u", pero por ahí podríamos colcarla a placer. Podríamos "qortar" el jamón o "qazar" osos borrachos, costumbres muy españolas todas ellas.
Sadam era grande en el tema de los nombres. ¿O no es guay llamar a tus hijos con la versión árabe de Pixie y Dixie? Todos desearíamos hacerlo, y no nos atrevemos. Por otro lado, riman con guay, lo que es idem. Además, he leído que sus hijas se apellidan Sadam, algo con lo que estoy muy de acuerdo. Quiero que mis hijos se apelliden Quic, y en general que la gente se apellide con el nombre de sus padres. Es un deseo que expreso de cara a este 2007 que acabamos de empezar.

- Gaseó: A muchos se nos llena la boca con el tema de gasear, pero Sadam sí que gaseó y eso es irreprochable. Hacía mogollón de tiempo que no se gaseaba en el mundo y mira, Sadam fue y no se cortó. Además, fue a los kurdos, gente muy poco en la onda. Si se hubieran llamado "qurdos" mi opinión sobre este particular habría sido muy distinta.

- Fue con los tiempos: Cuando se llevaba el verde oliva y el socialismo, ahí estaba Sadam. El Partido Baaz (un nombre que, de nuevo, me mola) tenía su rollito y si omitimos el tema del mostacho, era lo que tocaba. Estaba a la vanguardia, y aunque Jomeini y yo tengamos nuestras afinidades, yo en esa guerra iba con Sadam. Luego tocaba islamismo y Corán, y Sadam estuvo ahí, al pie del cañón. Hasta Jomeini se habría sentido orgulloso de él.

Y hay más cosas, pero no son graciosas y me tengo que poner a currar.

El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.