Si total...
El sábado mi señora y yo fuimos a Ikea. Objetivo: comprar una mesita de centro y los estores para las ventanas. Con sesentaytantos euros menos salimos de Ikea. Y sin estores ni mesita.
Que los suecos son un pueblo superior, el pueblo elegido, no es ningún secreto. Viven como quieren, sus mujeres se metieron en las cabezas de nuestros inmediatos antepasados (Paco Martínez Soria como mayor exponente) y no han salido de las nuestras... y hacen cosas como Ikea. Entramos a comprar una mesa y unas cortinas y terminamos comiendo galletas, perritos y con una lámpara que nos costó cinco euros que ni siquiera vamos a usar porque luego terminamos comprando otra. Todos los objetos que vas comprando vienen precedidos del consabido "Si total, por lo que cuesta...", y al final vas llenando una bolsa amarilla de esas de tela de afiladores de cuchillos, bombillas de bajo consumo o ganchos para las paredes de la cocina sin darte mayor cuenta. Y cuando llegas a la caja, sesentaytantos euros.
Nuestro problema el sábado es que luego seguimos instalados en el "Si total..." y entramos en un Media Markt. Últimamente estoy creando una afición a los deuvedés baratos en edición especial. Es algo casi enfermizo y compartido con los de mi curro. Mi señora entró en el establecimiento jurando en arameo porque A) Estaba cansada y B) "Ya estás obsesionado con los deuvedés", y acabó gritando "¡Qué has hecho de mí, me has convertido en una loca de los deuvedés!". Acababa de comprarse "West Side Story" (doble disco, 10 euros o así), "Érase una vez en América" (más de lo mismo) y "Un Día en las Carreras". Yo opté por "El jovencito Frankenstein" (edición cojonuda con mogollón de extras por ocho euros, con copia para uno del curro), "Acción Mutante" (especial, dos discos, 10 euros) y "Sueños de un seductor" (ya casi no me quedan pelis de Woody Allen por comprar). A mi sobrino, por seis, los cortos de "Animatrix" y en plan revival para mi señora y servidor, unos capítulos de "Sherlock Holmes", una de nuestras series favoritas de dibujos de todos los tiempos, por cuatro eurillos de nada.
Dejo aparte nuestra histérica incardinación en el mundo de los enchufes y los interruptores (qué ascazo, madre) y de que nos perdimos intentando encontrar el Ikea de "el otro lado de la estación" -el Triángulo de las Bermudas, versión extrarradio-, porque tendría que montar otro blog, y como que no.
El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.
3 Comments:
Así q utilizando el coche para ir al Ikea el sábado.. et diría algo, pero yo es que uso el coche para ir al Carrefour el sábado y encontrarme amigos, compañeros de trabajo, etc... ¿Será que por fin hemos caído de lleno en la sociedad moderna?
Corregido lo de la peli. Me quedé con las ganas de "Toro Salvaje", pero no habríamos tenido manos para tanto dividí.
Ir tan lejos para comer pan con callos debe ser un drama, pero venirse sin comerlo ya debe ser de traca.
+co no me lo puedo creer.. yo lavé el coche (el mío si q estaba sucio) en el parkin' del carreful.. y ya tengo mi tarjeta de cliente (bueno mi cartón) y el sexto lavado me sale gratis....
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