"Te va a molestar"

Hoy he sido operado a brazo abierto de un pequeño quiste que tenía. La delicada intervención ha durado unos 46 segundos, en los que me han pinchado anestesia, me han abierto el antebrazo, han hecho un corte-giro en plan cuando le quitas la parte de arriba a un tomate y me han grapado. Soy muy muy cagón, como todo hombre-maricón que se precie, pero aun así he de reconocer que mi pequeño alien, al que ya echo de menos en plan síndrome de Estocolmo, ha salido con rapidez e impunidad de mi ser.

El caso es que el médico antes de pincharme la anestesia me ha dicho: "Te va a molestar". Y o tenemos diccionarios distintos, o el pinchazo y posterior escozor lo que me ha causado ha sido dolor, no molestia. Molestia es cuando se te mete algo en una muela, ir a trabajar o el contraste de colores ceja-cabello de Leticia Sabater. Eso es molesto. Que me claven una aguja y me metan un líquido cabrón por dentro duele, por poco que sea.

Mi fisio le propinó una paliza (¿por qué las palizas se propinan?) a mi espalda a principios del mes pasado. De hecho, fueron tres. Mis dolores, que no molestias, de espalda eran considerables, así que necesitaba esa paliza. Toleraba con ganas ese dolor. ¿Pero por qué me dijo "te va a molestar" la primera vez que me retorció el pescuezo y hundió sus manazas en mis doloridos músculos? No, tronco: me dolió. Y esa vez sí que me dolió mucho.

Esa aversión de los sanitarios (no confundir a estos currelas en vías de privatización en Madrid con el bidé y la taza del retrete) a conjugar el verbo "doler" y sustituirlo grácilmente por el inocuo "molestar" me da por el orto. Porque, ¿y si lo hicieran otros? Se darían hilarantes circunstancias del tipo:

- "Tranqui, Sadam, esto sólo te va a molestar. El esparto raspa y quizá te quede algo de marca, pero eso con un cuello alto lo arreglas".

- "No nos gustan los parkings ovalados. La T-4 nos cae lejos. Gora ETA. Perdonen las molestias".

- "Evander, déjame que te diga algo al oído. Prometo que sólo te va a molestar".

Y otros, pero de nuevo me pongo a currar.

El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.