¿Trumantrix?

Ayer, como la tele los lunes es como es (si zapeas puedes ver a Romay bailando un charlestón, por ejemplo), me di al documental de Telemadrid. Desde que Espe tomó al asalto la Comunidad y, por ende, Telemadrid, muchas cosas han cambiado, pero esto de "La Hora D" lo ha mantenido. Suelen ser documentales bastante modernos, todos de la BBC, y aunque algunos no me interesen (la mayoría) hay otros que sí que molan.

El caso es que ayer iba de viajes en el tiempo. Salió un tío, un físico loco, explicando su teoría de las cuerdas galácticas (o así), que explicó que eran unos hilos infinitos de materia sobrantes del Big Bang (creo recordar). El tío decía que si dos cuerdas de esas se cruzan, se crea un espacio vació por el que, si pasas, no transcurre el tiempo, de manera que si viajas de una parte a otra del universo pasando por esos huecos se viaja en el espacio pero no en el tiempo. El colega iba con un traje horrible, color turquesa, y lo explicaba con una pizza de peperoni con dos porciones cortadas representando los huecos esos temporales. El tipo estaba bastante de la cabeza, pero en fin...

Y luego, ya al final, hablaron de una teoría muy de actualidad que sostienen algunos físicos y filósofos y que dice lo siguiente: Según está avanzando la informática (hace un tiempo leí que un señor, pionero de la informática, que se acababa de morir había profetizado que la capacidad de los ordenadores se duplicaría cada dos años hace 30; lo hizo sin la menor base científica, pero parece que se ha cumplido a rajatabla. Si ése señor se llama, pongamos, Makoke, esa teoría se llama "Ley Makoke") parece ser que un futuro no muy lejano las imágenes generadas por ordenador serán completamente indistinguibles de las reales en todos los aspectos -forma, definición, textura, sensaciones, emociones, sentimientos...-, serán copias exactas de la realidad que el ojo humano no podrá separar. Plantean, entonces, que los viajes en el tiempo se producirían creando mundos pasados a través de la realidad virtual. Dicen que en el futuro estaremos metidos en mundos virtuales que no podremos distinguir, de manera que los informáticos serán los dioses que decidan si vivimos en la realidad o en la ficción informática que ellos creen. Eso planteará, digo yo, una revisión de la concepción de dios y de la religión, pues si alguien es capaz de redefinir la vida de los demás hasta el punto de que no pueda descifrar si el yo es real o inventado, esos señores serán dios. SIn más.

Lo que planteaban es, incluso, si el mundo en el que vivimos ahora mismo no es una recreación del pasado desde el futuro, que nosotros no seamos invenciones informáticas o hayamos nacido muchos siglos posteriormente a lo que creemos y estemos rodeados de seres creados artificialmente. Es decir, una mezcla clara de "Matrix" y "El Show de Truman", películas que, digo yo, habrían sido filmadas por los seres omniscientes que nos crearon para darnos pistas de por dónde va la vaina. O sea que los Wachowski saben más que nosotros, amigos.

Quién sabe si es verdad todo esto, pero desde anoche no paro de darle vueltas al asunto. Me empezarían a cuadrar la existencia de Yola Berrocal (demasiado fuerte para ser verdad) y de Jorge Berrocal (demasiado fuerte para ser verdad). La coincidencia del apellido sería una señal perversa y traviesa de ese Ed Harris con una boina dada la vuelta que nos creó y nos manipula desde el año 5500. O por qué progresivamente los extremos se tocan y Kiko Hernández y Ángel Acebes tienen el mismo discurso con distinta temática y diferente tono de voz. O por qué Alberto Herreros mete el tiro decisivo, así, sin que nadie se lo espere. O por qué Telecinco (con letra) es capaz de hacer resucitar Operación Triunfo sin mayor dificultad. O tantos y tantos porqués que se nos escapan y que tendrían una única explicación: el creador es un cachondo y un crack.

¿Vivimos en "Trumantrix" o simplemente somos tontos del culo? Desde ayer tengo esperanzas en el mundo: I need to believe.

El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.