Equivocar la vocación

Está claro que hay mucha gente que equivocó su vocación, gente que no vale para lo que se dedica. Algunos se pasan toda su vida maldiciendo su suerte por haber elegido mal y otros, aunque de rebote, acaban dando con lo que de verdad son buenos. A mi entender, los de abajo son paradigmas de ese asunto. Sí amigos, ranking:

5.- Paquito Fernández Ochoa: Debió ser buen esquiador, pero como imitador de Paco Martínez Soria no tiene precio. Nunca algo tan supuestamente glamouroso como la nieve mezcló tan bien con el paleto mayor del reino. Un genio de nuestro tiempo, un caballero renacentista.

4.- Poli Díaz: Fue un gran boxeador y mejor comunicador, pero, sin duda, sus mejor faceta fue la de actor porno. Resuenan en mis oídos las notas de esa canción legendaria: "El potro se desboca / cuando hace el amor…". Nacho Vidal aprendió mucho de Poli en aquella cinta, aunque se decía que llegaba tan mamado (mira, qué término tan propio en este contexto) a los rodajes que le tenían que inyectar para que trempase. Aun así, el Poli porno es una leyenda.

3.- Björk: Acabó a hostias con Von Trier (se comenta que él quería que pusiera los ojos menos chinorris, pero ella argumentaba que es islandesa), pero, aunque yo no lloré con "Dancer in the dark" (ergo, no soy la más fané), me encantó su interpretación. Dice que no volverá a hacer ninguna peli más. Y a mí me gusta mucho más como actriz que como cantante.

2.- Bertín Osborne: Toda la puta vida cantando mierdas y demás ranchereces y tiene descuidada su gran faceta: la de presentador. Con esa cara de estar a punto de descojonarse, Bertín le da al asunto de presentar mucho mejor que a los gorgoritos. Ahora tiene un programa en la Primera (también conocida como La 1 o La Normal) que no he tenido el gusto de ver, pero sus antológicas exhibiciones en "Contacto con tacto" (Tele 5, con número) no podré olvidarlas jamás: trozo perdido, tirado en un sillón y descojonado arrojaba corazones adhesivos (mítico velcro) a los concursantes en base a no recuerdo muy bien qué. Legendario.

1.- Takeshi Kitano: Aparte de hacer pelis pretenciosas sin el menor criterio, Kitano es el creador de "Takeshi's Castle", vulgo "Humor Amarillo". Él creó uno de los programas más míticos y lisérgico-hilarantes de la historia de la tele. Si recordais, Kitano salía vestido con un kimono descojonado de los concursantes y, al final, les humillaba cuando cantaban mal. Genial, sin duda.

El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.