Quic's World

Todo es marcha, amigos.

Tuesday, October 04, 2005

"Yo leo a Kierkegaard"

Faemino y Cansado hicieron popular esta frase que eximía al que la pronunciaba de cualquier marrón; normalmente, de ir al calabozo del lugar en el que se encontraba. Qué bonito sería tener una frase que al decirla te tragara la tierra, salieras de un apuro o se parara el tiempo, ¿no? Amigos, las hay. Más de las que os creéis.

- "Yo soy de letras": Si no sabes exprimir una naranja, di que eres de letras. Si no sabes sumar con decimales, di que eres de letras. Si no sabes enhebrar una aguja, di que eres de letras. Yo soy de letras, pero no hago lo que no hago porque soy un inútil, un analfabeto funcional de todo lo que tenga que ver con cables y esfuerzos mentales que incluyan más de dos cifras. Pero joder, reconócelo, no te escuden en lo de las letras. Si eres de ciencias, no te niegas a leer un prospecto y pones en el epitafio de tu tumba "Era alérgico a la penicilina, pero también era de ciencias. Ambos conceptos me llevaron aquí". Ellos no lo hacen. Nosotros no deberíamos.

- "Voy a ver si me la hago": Si hay una tía de por medio y tienes que centrar tus fuerzas en hacértela, se suspende la amistad y todo el background vital con tus colegas. Si hay una tía tienes permiso para dejar al otro tirado, pasar de él y hacer el ridículo si es menester. Es el código de los hombres heterosexuales (ignoro si de los gays también) y todos lo respetamos: nos volvemos a casa en taxi, dormimos fuera del piso o cualesquiera cubil que compartamos con el amigo... Tengo un conocido, Barry, que el otro día pasó de ver un espectáculo que viene más de cuando en cuando que un eclipse por una tía a la que ni siquiera le dio el teléfono. De lo que él hizo después para que ella tuviera su número no voy a hacer comentarios. De momento.

- "Mi padre está muerto": Lo digo por experiencia. Si surge una conversación sobre padres (extrapólese a madres, tíos, hermanos), te preguntan a ti y dices que tu padre se ha muerto, eres el rey de la conversación. El otro se pone lívido, te pide perdón (¡!) y te empieza a dar la razón en todo lo que dices. Pasas a ser mucho más respetado. Y todo porque tu padre palmó. Yuju.

- "Yo estuve allí": Si eres licenciado en filología árabe no tienes nada que hacer en una conversación sobre el conflicto israelo-palestino si discutes con uno que estuvo un fin de semana de trabajo en Tel Aviv. ¿Que se habla de Cuba? "¡No tienes ni idea, yo estuve una semana en Varadero y vi lo que hay en Cuba!". Y así, hasta el infinito. Y no me rechistes, coño.

- "Pero tengo derecho a dar mi opinión, ¿no?": No hay nada que hacer. Todo el mundo tiene derecho a opinar, porque si alguien no tiene ni puta idea de lo que habla (hay blogs de gente que habla sin saber nada de lo que dice, no os digo más) y se lo dices, la has cagado. Porque todo el mundo tiene derecho a opinar, y ante eso no hay nada que hacer. Y ya si hablamos de la Constitución, la repera.

El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.

2 Comments:

Blogger Hans said...

Cuán acertado, Maestro Quic. Esa capacidad de hablar sin tener NPI de lo que se habla es el estilo de la época. Internet, además, no ha hecho nada bueno por la calidad de los datos circulantes. Lo de las leyendas urbanas es una broma si se compara con las leyendas históricas, políticas o jurídicas. En fins. Para qué voy a reiterar lo que decía ya el otro día en mi blog. Y es que !Yo también tengo derecho a opinar! (N. del A.: En realidad NO DEBERÍA TENER ESE DERECHO, pero me temo que la cosa ya no tiene remedio)
Saludos.

2:50 AM  
Blogger Quic said...

Eh tío, no sé quién eres pero se me saltan las lágrimas de que tengas un link a este centro del saber en tu blog. A partir de ahora, seré de visita diaria.

7:28 AM  

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