¡Anda, si tenemos un futbolista (presuntamente) nazi!

El otro día me llamó la atención que en un web fascista en el que entrevistaron a Salva Ballesta se citase como el otro futbolista "patriota" a Arizmendi. Petriota es como se hacen llamar los muy fachas a ellos mismos para evitar el término fascista o nazi, cosa que queda para los skins y gente al margen del stablishment faccioso. Como eufemismo es chulo, incluso trendy.

Pues bien, resulta que este Javier Arizmendi, cedido por el Atleti al Deportivo, lleva consigo la pesada carga de compartir con Salva los anhelos de los muy muy fachas... o eso dicen. Las fotos que ilustran este post parecen ser la prueba: en una hace de pirata, con loro al hombro y todo, y en la otra para un taxi para la gente del Frente Atlético, esos angelitos a los que los simpáticos aficionados del Atleti ríen su gran animación. Nota que no volveré a repetir: los socios del Madrid tiene mi respeto porque han aborrecido en repetidas ocasiones a los Ultras Sur, cosa que no han hecho los del Atleti. Esta alabanza al Real Madrid se autodestruirá y negaré siempre haberla hecho.

A lo que vamos: que fútbol más política igual a Oleguer. El bueno de Presas (al qe envidio porque no hay cosa más trendy que tener como apellido el plural de una gran infraestructura) tiene el típico síndrome de catalanitis martiroide, que viene a ser aquello de que el mundo está contra Cataluña. Mierda claramente. Sin embargo, que un tío diga que es evidente que hay un doble rasero entre cómo se trata a los hijos de puta de Vera, Barrionuevo y Galindo (¿les suenan estos nombres? Pueden cruzárselos por la calle) y cómo se trata al hijo de puta de De Juana (¿les suena? Uno delgadito con cara de asesino que se ha comido un limón) no deja de ser una verdad como un puño. Otra cosa es la intención con que lo haga, y allá cada cuál y lo que opine. Pero la opinión de Presas en el particular es más que razonable. Si no fuera tan mal jugador hasta me dejaría una barba como la suya.

Dicho esto, sorprende, y mucho, que cada vez que Oleguer mueve una pestaña sea noticia de portada. Que si va a la selección (que fue a la convivencia ésa, no se nos olvide), que si dice, que si hace... Y sorprende más que Arizmendi vaya exhibiendo animales y parando taxis por ahí sin mayor repercusión, unas cosas que en Alemania le llevarían a la cárcel. Síntoma claro de cómo está el país y de lo tonto que es el ciudadano medio.

De Arizmendi hemos sabido que es un brillante estudiante, y a fe que me parece cojonudo. Como no hay ninguna entrevista en la que le pregunten por su afición a la fauna ibérica ni qué piensa de determinados temas, pues ahí ando, sin saber si fue un error lo de la bandera (pudo dársela alguien de una grada y no darse cuenta, y lo digo en serio) o si realmente iba a coger un frisbee que le lanzaba el Frente Atlético. Pero como nadie se lo pregunta, ni lo publicita... pues ahí sigo, con mis dudas. Ay, país.

El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.