I love Tamara

Soy un fan absoluto de Tamara Falcó. Es que es verla y me sonrío, una cualidad que no tiene mucha gente, al menos para mí. Y lo argumentaré, que bastante hartos estamos ya de gente que habla sin saber:

- Tiene un lenguaje propio. Esa chica, se pongan como se pongan ustedes, no habla castellano. Hablará otra cosa, "pijés", "oseano" o "paranádico", pero no castellano. Y se hace entender. Al menos, yo la entiendo. Y mira que me río con la jodía.

- Monta unos chochos guapísimos cuando conduce. Yo no tengo carnet y que esta pava esté circulando por la misma ciudad que yo me da motivos para seguir en mis trece. En el link de este punto se puede ver un resumen de sus fechorías. No perderse lo que gana la chica con el traje amarillo fosforito con minifalda. Debe ser lo más entre los suyos.

- Siempre sonríe. Excepto cuando se piña con el coche, siempre está sonriendo. Se lo pasa de puta madre. Y es que a mí me jode la gente que lo tiene todo, tipo futbolistas y así, y se pasan la vida serios. ¡Ríete, Tamara, que la vida te sonríe! O dame la receta de lo que te metes, que es sensacional. Yo he llegado a pensar si lo suyo es una sobredosis de Ferrero Rocher: su casa debe estar llena de bandejas con montañas elegantes de bombones dorados, incluso cuando no hay que recibir al embajador. Y eso marca. Y, posiblemente, produce daños cerebrales.

- Es la hermana de Julio José. Eso tiene que molar, ¿no? Un tipo lleno de marcha como él, que es la juerga padre, tiene que molar como hermano. ¿No dijo el otro día que él habia triunfado en la música?

- Tiene genes Preysler. Esos genes deben ser fortísimos, porque es acojonante que Chabeli (o Chábeli, como Ansón o Anson) sea hija de un padre diferente. Y Julio José, que es tal para cual a las chicas. Yo a Enriquito, que me cae francamente bien, lo veo un rollo más distinto. Desde luego, se ha buscado las habichuelas a base de bien. Otro día escribo de Quic Iglesias.

El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.