Homenaje a Homenaje a Kandinsky
Hoy han llegado a mi trabajo las sillas nuevas. No es habitual que en una empresa en quiebra técnica que haya cosas nuevas, pero sillas sí que nos han traído. Se nos saltaban las lágrimas.
Os presento a vuestra ya buena amiga: Homenaje a Kandinsky (HK). La foto es real. Ella fue la primera silla en la que yo me senté en este santo curro, hace seis años y medio. Cuando llegué, claro, estaba algo mejor, pero ya tenía lo suyo. Luego se fue deteriorando y la cambié por otra que había por ahí, pero HK ha seguido con nosotros hasta hoy. Estaba frente a un ordenador en el que nadie se suele sentar más de dos segundos, pero la usábamos. Gran imagen daba mi empresa con ella.
Eran habituales los chascarrillos con HK, especialmente el que hablaba de mandarla a la Casa Real bajo el título "Homenaje a la madre de don Juan Carlos". Era querida, hasta que ayer, como es norma en mi curro, el jefe salió por la puerta y se lió: dos energúmenos remataron a patadas a HK (le partieron el espinazo en dos) y la tiraron escaleras abajo a la planta sótano unas cuantas veces. Esto es mi curro, amigos.
Desde aquí quede el homenaje de Quic's World a Homenaje a Kandinsky. Mi espalda nunca te olvidará.
El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.
7 Comments:
Hazme caso:
Cambio de sillas sin que nadie lo pida y con empresa en quiebra técnica = blanqueo de dinero u otros fines siempre deshonestos.
En mi empresa también las cambiaron este verano, las que había antes no estaban nada mal. Nadie da duros a pesetas y, menos que nadie, los rastreros de esta santa casa, así que no queda otra.
Queridos amigos Sue & Quic,
Ese sector vuestro da mucho miedo. Es siniestro. Y que lo diga yo resulta especialmente grave, os lo puedo asegurar.
¿Y tu médico a qué atribuye los horrorosos dolores de espalda, dices, Quic?
P.S.: Quiebra técnica: dícese de la figura jurídico-contable que evita que enchiqueren, directamente, a los administradores de la compañía de la que se predica.
Sue, me veo en la obligación de aclarar que las sillas se cambiaron a petición de Quic.
Aún así, estoy segura de que algo de blanqueo de dinero hay.
Me ha molado lo de la madre del Rey. Y una pregunta: ¿en qué silla se sigue haciendo el número ese de Juanín?
Por cierto, te has marcado un comment en el blog de Hans tan farragoso que haces a Góngora un escritor de transparente estilo. La economía (por desgracia) no es lo nuestro, amigo Quic, y eso se nota en la escritura.
Lo importante no es la silla, sino que no te la muevan.
En mi santo curro, que no está en quiebra técnica precisamente, sólo se adquieren sillas para los picapleitos. El resto, nos dedicamos a cholárselas, una labor la mar de interesante que lleva consigo labores de nocturnidad y alevosía, primordialmente.
Y según he visto la silla, me he acordado de S.A.R. La Torcida, vive dios que sí.
Sin coña...
En mi trabajo, una vez suspendieron de empleo y sueldo por un mes a un tío (muy veterano, de esos que no se quiere prejubilar si no le dan el 100%) porque se enfrentó a voces y muy malos modos (creo que con un agarrón de por medio) con una chica porque le había cogido la silla, "su" silla, la que tenía la forma de su culo, en serio. Fue lamentable.
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