Monarquía reggaetón
Jueves, 27 de octubre, Quic's World: "(...) y Manolo el del Bombo del embarazo de Letizia (aunque, bien leído, algo de relación hay), que ya os digo que es una niña, que lo sé de buena tinta y os vais a quedar flipados cuando nazca".
Mira que me jode la gente esa que va por la vida diciendo "te lo dije, te lo dije", pero he ahí la frase profética (no era a las bravas: me lo habían soplado; más bien Sue-plado) que ha cristalizado en un pelotazo periodístico de proporciones monárquicas. Contadle a vuestros amigos donde lo leísteis.
Dicho lo cual, me gusta el nombre de Leonor. Será por mi filia por la Watling o por lo que fuere, el caso es que me parece elegante. No me lo parece Lucía, que parece, según he leído, que es el nombre de niña que más se ha puesto en España en 2004. De momento, poner a tu hija de nombre un pretétiro imperfecto me parece espantoso, pero es que además no conozco prácticamente a ninguna Lucía y si me hubieran preguntado por cuál es el nombre más adjudicado a las niñas actuales no habría dicho Lucía entre los 50 primeras respuestas. Habría elegido Gavilana u Hojadecoca, visto cómo va el tema de la inmigración. Y de tíos, Recogidito de Jesús o Latinkín.
¿Para cuándo una reina llamada Yulema de Borbón? ¿Para cuándo una princesa de metro cincuenta con una trenza que le llegue al culo? ¿Para cuándo el himno nacional interpretado el Día de la Hispanidad con una flauta de esas de cinco caños, rollo Ocarina? Quiero una monarquía reggaetón, con sus reyes con mal de altura, con sus príncipes jugando al voleibol con redes muy altas, con sus discursos en plan: "Güeis españoles, me llena de pinche orgullo y órale satisfacción"...
Si algún día llegamos a eso, decidle a la gente donde lo leísteis por primera vez. Que nadie creía que iba a ser niña, y mira.
El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.
6 Comments:
Me alegro de que a ti te sirva con la gloria del "te lo dije". A mi me vale también. A mi pariente, un tío práctico, el soplo le ha valido una comida en asador pagada por su jefe.
Siento chafar el estado de euforia reinante, pero acertar una opción de entre dos posibilidades no parece tal cosa. Acertar el peso ya tiene más mérito, ya.
Respecto al nombre, y sé que me repito, me parece indignante que se ningunee a la familia materna y sus tradiciones, acaso porque son la parte (contratante) plebeya del asunto: la cría debió llamarse Lehonor.
Urghs.
Yo pensaba no hablar de este asunto que francamente.
En fin, sólo puedo decir que mis amigos-pareja más republicanotes están que echan las muelas, pues tal (Leonor) fue el nombre que dieron a su primogénita y se están planteando rebautizarla.
Lo de los nombres en participio se ve compensado por los nombres en gerundio, querido amigo: Fernando, Armando, etc.
Y por lo que respecta a la ocarina, debería implementarse una norma que otorgase premio inmediato de alta cuantía a cualquiera que untase de estroncio-90 -o cualquier otra ponzoña eficaz- el pitorrillo de soplar de tan odioso artefacto, para acabar, si no con los ejemplares de dicho trasto, si con los usuarios del mismo
Frase esta última para enmarcar y que hago mía, Hans. Complicado definir mejor lo que aporta ese artefacto a la música en general y a mí en particular.
Pues los afroaborígenes australianos tocan una versión Bartolo (con un tubo sólo), aunque de considerables dimnsiones, de dicho artefacto. Artefacto que también aporta una barbaridad, claro está.
Esto lo sabe cualquiera, pero era por teclear, como de costumbre.
Habiendo sido invitado a concurrir a este blog, como lector asiduo del señor aragonés al que conocemos por "Hans", doy un toque y me voy no sin antes decir que el titular de Quic's World también ostenta una inefable narrativa.
He cumplido.
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