En todos los curros cuecen habas
Escribe Kurt un relato harto interesante de la de cosas que se dicen en su trabajo. El mío, que es una versión surrealista de lo que el ciudadano medio considera un trabajo, da para escribir un libro. Vivimos inmersos en lenguajes propios que dan como resultados histerias paranoides de todo tipo, que acaban a su vez en chascarrillos que importamos a nuestro vocabulario, e incluso exportamos. A saber:
- Mermar: En general, todo aquello que hagas y te acabe saliendo mal. "He mermado con esto", verbigracia. También, chatear. Término derivado de éste: "Me ennegrece". A los de mi curro les dio una vena muy de mermar (chatear) todo el día pero cuando nos cambiaron los ordenadores y nos pusieron unos Macs tan preciosos como incómodos la pantalla del chat en el que mermaban se oscurecía y no aparecía nada. Diálogo tipo: "¿Mermas?" "Qué va, me ennegrece". De esta palabra surgen otros subtérminos como "ser un mermas", "ser un mermazas" o "ser un mermante", que es un poco palabra baúl.
- Trucha: Hacerse una trucha es hacerse una paja, añádanse todos sus múltiples sinónimos. El término es aplicable a cuando alguien se escribe un texto basado en la nadería y escaso de fundamento. Diálogo tipo: "¿Qué tal te ha quedado el texto?" "Buah, me he hecho una trucha...". También terminó la cosa en que acabáramos llamando a un jefe nuestro "El Truchas", por las promesas incumplibles que nos hacía (se colgó de una pared una página del Magazine de El Mundo en la que aparecía una trucha gigante; ahí sigue).
Subtérminos: simple y llanamente hacer el gesto zambombil que ilustra universalmente la gayola media para explicar la ful de texto que te has escrito o también decir "he espermeado".
- Rictus: Dícese del término que ilustra el carácter y/o gesto que se te pone si llevas mucho tiempo sin copular. Está más o menos estandarizado que en dos meses el rictus te agarra la cara y ya no te suelta. Existe la Fundación Anti-Rictus, el single "Con el antirictus, con el antirictus" y otra serie de cultismos derivados.
Mítica fue la batalla entre el rictus y el Magnetolátex. Hete aquí que un compañero adquirió un colchón Magnetolátex y se dedicó a propagar la leyenda de que desde que se lo había comprado no paraba de penetrar a diestro y siniestro. Otro compañero, que se pone tonta cuando el rictus le acecha, carecía de lugar de encuentro con su partener (conocida como La Sopras, porque era soprano, o Carrie, por su sanguinolento proceder en determinados momentos). Y hete aquí que el otro le cedió su Magnetolátex para que pudiera eliminar su rictus. Se desató entonces la batalla "Rictus vs Magnetoláetx", y yo me dedicaba, a gritos, a anunciar la gran pelea: "Ladies and gentlemen..." Esto a gritos. En el trabajo. Prometido. Ah, y el Magnetolátex pudo con el rictus. Y eso que las apuestas estaban 3 a 1 en su contra.
Variantes del rictus es imitar con la mano, en plan la de la Familia Adams, a un rictus que te agarra la cara o similares. Un no parar.
- Los hits: Tendría que dedicar otra entrada a hablar de los miles de hits que hemos ido creando y viviendo. Canciones o chascarrillos más o menos graciosos que acabamos diciendo todo el santo día. Ya os hablé una vez de mi adicción (colectiva en el trabajo) a "Días de Fútbol", que nos ha dado miles de estas frases.
Actualmente nos encontramos en la fase "Se encuentran con caca". Para los que no sepais de qué estoy hablando, en una de las manifestaciones de la familia éstas de ahora, una mujer, Margarita, dijo esto (dadle al play, que se escucha). A partir de ahí se creó un hit que está derivando en que, de repente, un tío hecho y derecho y con oficio y beneficio empieza a dar alaridos imitando una alarma nuclear y dice lo siguiente: "¡Espermatozoides, abandonen el recto, riesgo inminente de caca!" Y uno lo grita y los demás nos descojonamos. Y así cada día. ¿Es esto mío un trabajo?
El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.
3 Comments:
Está claro, en tu trabajo se respira el ambiente ideal para una compañera mía de curro que un día, ante la bronca del jefe por no dar un palo al agua, replicó: "¡Joder, es que yo aquí no vengo sólo a trabajar!". Es la misma que quiso apostarse conmigo una cena a que Galicia tiene 3 provincias, porque "Pontevedra es la capital de A Coruña".
Nosotros en la escuela, cuando había que quitarle ganancia a la cámara de video, se hablaba de "darle perdencia". Que no se yo porqué existe la palabra ganancia y no la palabra perdencia para hacer lo contario...
En ese sentido yo he sido siempre mucho de "ponencias" y "quitencias", sí
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