Malas ideas
A lo largo de la historia reciente del consumo español, han surgido una serie de productos que han fracasado estrepitosamente. Algunos eran buenas ideas, pero otros estaba claro que se la iban a pegar. De estos últimos, voy a destacar unos pocos:
- Sabrox: Esto era una gilipollez inmensa. Se trataba de un potenciador de sabor (vulgo, lo que le echan en los restaurantes chinos a todo) que se anunciaba con un mongol chupándose el dedo impregnado en Sabrox y diciendo: "¡Si hasta mi dedo sabe más a dedo!" Amigos, en España se echa sal. Y si no se echa sal, se echará otra cosa. Pero nunca algo llamado Sabrox sobres. Idea estúpida que cayó tan profundamente que si tecleas Sabrox en Google es complicado encontrar referencias a este producto, que se anunció mogollón por la tele hace algunos años. Al lince que lo inventó podrían ficharlo como comprador de contenidos de Antena 3 o algo así.
- Donuts Light: Esto se la ha pegado una vez y se la va a pegar una segunda. Si te comes un Donuts (singular y plural se pronuncia igual; España somos asín) te la pela engordar. Si el Donuts Light pierde una mínima porción de sabor, la gente no lo querrá. Esto es así aquí y en Sebastopol. Y si encima es más caro... Lo de estos es de traca, porque sacaron una primera versión (asquerosa, con una especie de gelatina en vez de azúcar; ascazo máximo) y se la pegaron. Y ahora van por una segunda. La campaña publicitaria dice algo así como que las cosas buenas no salen a la primera, y han optado por "la moda de los lacteos": inventarse un componente superbueno para la salud y que te hace crecer y vitaminarte. Lo han llamado "sveltia", que a mí me suena a Suiza, y no sé por qué. Se la volverán a pegar.
- Sol Fuerza: Éste es un capítulo aparte. Verdad verdadera Quic: todo carburante que no sea la gasolina se la va a pegar claramente hasta el día antes de que las reservas de petróleo universales se agoten. Lo tengo clarísimo. Sol Fuerza es un carburante que ni sé cómo funciona, pero que patrocinaba a un equipo de fútbol sala de Salamanca hace unos años. Muy bien no les puede ir, porque con esta mierda de web es que muy bien no te va.
- Casa Verde: Hilo este producto con el anterior para hacer una reflexión: lo ecológico no vende una mierda en España; vende lo barato. Casa Verde era una línea de detergentes y limpiadores para la casa que se vendían como ecológicos. En el anuncio, creo recordar, salían imágenes del mar y de gente nadando con delfines. Faltaba Miliki. La realidad es que eran muy caros y desaparecieron enseguida. Digamos que su campaña de publicidad más atractiva sería esta frase que he encontrado en Internet: "Los tensoactivos anfóteros suponen menos del 5% en estas muestras, salvo en Mistol, única con un porcentaje superior de anfóteros que de no iónicos, según indica en su etiqueta. Por el contrario, la marca con menos materia activa (Casa Verde) presenta una mezcla binaria de tensoactivos aniónicos (15%) y no iónicos (4%), sin tensoactivos anfóteros". Más claro, agua (no contaminada, claro).
Otro día escribo sobre grandes productos que desaparecieron injustamente, como la "cancerígena" Nocilla de fresa.
El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.