Ahora que, en tiempos de crisis, me acuerdo mucho de las gasolineras, de los bancos y de las madres que los parieron a todos, me ha dado por pensar la de bancos que había cuando yo era un enano y en la poca cosa que se ha quedado. Lo de las fusiones ha hecho de los bancos de antes objetos de nostalgia, que ya tiene cojones. Y es que:
Lo que ahora es el BBVA era: Banco de Bilbao, Banco de Vizcaya, Banco Hipotecario, Banco del Comercio, Caja Postal, Banco Exterior, Banco de Crédito Agrícola, Banco de Alicante y Banca Catalana. Caja Postal patrocinaba al Estudiantes, Banca Catalana, al Barça de basket y el BEX a la selección española una época y a un equipo femenino más tarde. De muchos bancos no me acuerdo, pero de la mayoría sí.
Lo que ahora es el BSCH era: Banco de Santander, Banco Central y Banco Hispano-Americano. En una esquina cerca de mi casa mi madre dejaba nuestros pocos ahorros "en el Central", y luego, en la primera fusión, Rafaella Carrá cantaba que "con este canguro / ganar es seguro / al Central Hispano ya".
Dios, en Youtube está todo.
El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.
Se cumplen 150 años de las apariciones de Lourdes, por las que una aldea gala tiene montado un chiringo espectacular en el que se calcula que seis millones de personas al año peregrinan allí por los milagros que, dicen, hace la Virgen. Pongamos que, tirando por lo bajísimo, hayan pasado por sus aguas milagreras 100 millones de personas.
Bien, leo que la Iglesia Católica le ha reconocido la escalofriante cifra de 66 milagros. Sí, amigos, la Virgen más milagrera del orbe católico ha hecho 66 milagros a 100 millones de personas. Es decir, que tienes un 0,000066% de posibilidades de que la Virgen tenga a bien hacer un milagro contigo, tirando muy por lo alto. Ese porcentaje ha salido con una pierna que antes no tenía, o con una melena a lo Lauren Postigo a pesar de la quimioterapia, después de gastarse la pasta en ir a Lourdes.
Dicho lo cual, hay más posibilidades de darte de baja de Telefónica con una llamada de dos segundos que de que Lourdes te ayude. ¿Y ésta es la cabeza de carrera de los milagros religiosos? Hay que ver qué bien lo vende el Vaticano.
Hay inversiones mejores que Lourdes. Desde las acciones de Lehman Brothers a la compra de Nocilla de fresa o hacerte agente de Jaime Bores. Es un consejo Quic, amigos crucifijistas.
El Mundo de Quic, el Mundo de Quic, Marcha marcha, es genial.
Os envío esta locución para vuestro anuncio de esa nueva campaña que tanto me ha gustado y tan bien me ha sentado.
"En Repsol, ahora que aunque baje el petróleo hemos decidido que van a dar por el culo a los consumidores y vamos a seguir manteniendo los precios que nos salgan de la punta, y como el gobierno está investigándonos y nuestra imagen va a caer en picado, hemos decidido hacer unos anuncios con discapacitados para que veais que somos la hostia de buenos. Hemos hecho un casting y hemos cogido al más gracioso, para que quede claro que en Repsol nos gustan los discapacitados, sobre todo los simpáticos. Puede que vosotros, clientes, en vuestra puta vida hayáis visto una gasolinera con un retrasado o un tipo en silla de ruedas trabajando en ella, y es normal porque tampoco abundan. Pero haberlos, haylos.
P.D.: No los contratamos para cobrar la subvención ni para dar buena imagen. Es que somos como el fútbol: así"
El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.
La mayoría de la televisión de hoy en día se basa en las ganas que tiene la gente común de salir en la tele. Como he dicho siempre, antes el premio era un apartamento en Torrevieja, un coche con cierre centralizado o una batería de cocina. Ahora el premio es salir. Que te vean. Y si es haciendo el ridículo, casi mejor.
Dos de los programas que se basan en las ganas que tiene la gente de hacer el puto ridículo en las ondas son "Mujeres y hombres y viceversa" y "Ven a cenar conmigo". La diferencia es cómo se hacen.
Si un día mi hijo llegase a casa con el cuello de un avestruz metido por el ano, vestido de Darth Vader y con las Grandes Obras de Mar Flores en la mano me enfadaría menos que si se hiciera concursante de "Mujeres y hombres y viceversa". Es tal el bochorno de toda esa gente que de lejos parece guapa y de cerca fea, lo tontos que son, lo ridículo que es cada cosa que dicen, lo que consideran "sentimientos" y esas mierdas, que el programa es lamentable en sí mismo. Consejo Quic: la calidad de un programa es inversamente proporcional a la cantidad de veces que los que salen dicen la palabra "persona". Añadamos frases del tipo "no me gusta la gente falsa" y "yo es que cuando tengo una relación, me entrego".
Emma García (la verdad es que tiene merito que siga pareciendo una figura digna cuando es la presentadora que más telebasura ha cargado en la historia de la tele; en éste programa no le han dado ni silla...) los toma en serio, hace análisis sesudos de sus mierdas... Y luego está uno de esos personajes underground que son, simplemente, de lo más vomitivo que ha pisado la tele: Paco Morales. Este tipo, que entró en "La Década Prodigiosa" porque se mató un cantante en un accidente, convierte en ridículo todo lo que toca. A mí no me la cuelas, rizos.
No sé muy bien cómo funciona el concurso, porque algunas veces que lo pongo hay mogollón de tíos y pocas tías y otras, al revés. Tienen sus citas heterosexuales entre ellos, en las que van a ver cine iraní y comparten reflexiones impactantes sobre la tendencia alcista del desespleo, y muestran lo tontos que son y el crimen que es su fondo de armario sin mayores sobresaltos. Todo muy bochornoso y muy feo.
Para colmo, el programa es un desastre de audiencia. Yo justifico estos programas si tienen audiencia, pero si no la tienen... He aquí un ejemplo de espantajería y mamarrachez, que diría John Galliano.
Luego en Antena 3 dan "Ven a cenar conmigo". Se basa en lo mismo: las ganas de exhibirse de cuatro pelagatos que protagonizan escenas de vergüenza ajena máxima con cierta asiduidad y muestran lo mucho que nos gusta rajar de los demás. Sin embargo, a voz en off del programa, con la que yo me descojono cada vez que abre la boca, cambia todo: no se trata de hacer digna a la gente que sale, sino de ver a los pobrecitos con distancia e ironía, sin llegar a humillarlos, que es en lo que se basa "Factor X", programa de esa cadena que incorpora la telebasura a su programación sin que nadie en Prisa diga nada. ¿"Ven a cenar conmigo" es malo? Sí, pero quienes lo hacen son buenos. Seguro.
El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.
