Sue se casó
He esperado un tiempo prudencial para escribir sobre La Boda, confiando en que otro blogger amiguito hiciera su crónica de El Acto, pero parece que esto quedará para la posteridad de mi dedo y tecla. Confío en que Sue no se enfade (de hecho, estará a tomar por el culo de aquí, así que si se enfada no escucharé sus gritos), pero voy a contar así de soslayo cómo fue La Boda (desde ahora, LB):
- Un cura de El Club de la Comedia: Sue y D son muy vergonzosos. Es por ello que ella se emperraba en que nos fuéramos al bar mientras se casaban, para que no les viéramos en La Ceremonia. Pero no lo hicimos (yo voté por irnos en un momento determinado, pero nadie me siguió), así que contemplamos a un cura al que, con todo el cariño, llamaré hijoputa. Si los chicos son tímidos, no montes un show en la boda. Eso no. No les preguntes cosas (les pasaba el micro para que respondieran; no era una boda, era El Diario de Patricia), no hagas hablar a los padrinos (el padre de Sue, hombre de verbo florido, se despachó a gusto con una reflexión sobre los procedimientos digna de ser escuchada)... En definitiva, no montes El Club de la Comedia allí. No sólo les casó: les dio una clase teórica sobre la convivencia y el sagrado matrimonio. Como nota negativa, (Mode Anti-eclesiástico ON) el buen señor tuvo a bien decir que a Sue quien más la quería no era D, sino Dios. Qué ascazo dais (Mode Anti-eclesiástico OFF).
- Los novios iban guapísimos: No es un tópico: los dos iban fantásticos. Sue estaba muy delgada (debe estar cogiendo kilos a base de cerdo agridulce ahora mismo), y todos coincidimos en que ya no parecía una chica, que se nos hizo mujer cuando la vimos bajar del coche. A la edad de Sue está bien (por fin aparentaba 28), pero si te casas con 40 parece que tienes 50. Una nota absurda que aporto.
- Tania y Paco estuvieron simpatiquísimos: Es una boda en la que casi nos colamos por equivocación. Un poco de humor en este sesudo ensayo.
- Las comuniones son un dislate: En el pre-LB, tomamos una caña lisérgica en medio de una comunión de tarde llena de bakalas, andaluces y demás deshechos. Musicón y glamourazo a tope. Si lo ve Bigas Luna hace una trilogía.
- Las copas eran agua: Crítica salvaje a LB. Me bebí unos ocho vodkas, me acosté a las cinco, dormí cinco horas y al día siguiente fui a trabajar con CERO resaca. A mi edad, eso sólo pasa cuando las copas (a las que bauticé como Aquarius) son agua. La música fue grande (el Boda Mix 7 está pegando mucho) y el momentazo Camilo Sesto es inenarrable. Lástima de Common People, pero DJ Recogidito no era perfecto.
- Momento Prima: En la boda había un niño que bailaba break dance (nos quedamos sin un Duelo de Baaaaailes con Arbusto), una señora de fuxia y gente mayor bailando al compás el baile del pollo. Vals, que-se-besen, que-se-besen-de-pie, bailes colectivos, puro, pacharán (gran detalle éste)... Typical Wedding todo ello. Siempre está el que se pasa bebiendo, pero la boda de Sue aportó un gran Momento Prima. En un instante, se nos acerca a ATT y a mí la hermana mediana de Sue y nos resume, el dardo en la palabra: "Ésa es mi prima. Va muy borracha. Se le ha roto la falda y se le ve el culo". Unos cinco minutos después, Prima, ya descalza, piñóse a escasos centímetros de nosotros; boca al suelo, piños en el entalimado, sangre en el labio. Al parecer, estaba despechada por un camarero que no le hizo ni caso. Sí, nos reímos. Evidentemente. Nunca leas esto, Prima.
- Retirada vergonzante: Nosotros nos fuimos antes de tiempo, pero hubo más gente. Seremos apestados, pero no estuvimos solos. La perspectiva de hacer cola, vestido de pingüino, en un garito infecto para, a lo sumo, tomar una copa más se me hizo cuesta arriba trabajando al día siguiente. Seguro que lo pasasteis teta.
El Mundo de Quic, el Mundo de Quic. Marcha marcha, es genial.